CRÓNICA DE UNA DEBUTANTE: MARÍA SÁNCHEZ OÑA

¡La cara de felicidad lo dice todo!

El Cross Minero siempre ha sido un día excepcional para mi pueblo,  porque es  un día que más gente viene al pueblo y le da una vida sana y excepcional al ver tanta gente con ilusión y como disfruta en este evento.
Este año para mí ha sido un Cross muy especial  por tres motivos diferentes:
Normalmente todos los años colaboro apuntando a gente desde mi puesto de trabajo (aguantando a la gente que se les pasa el plazo de última hora) intentando inscribir a la mayoría del pueblo sobre todo a los niños que les gusta participar en este evento,  además de llamar y hacer gestiones con los laboratorios que siempre nos echan una mano para poder llenar las bolsas de los corredores, y pasar cajas y mas cajas para que luego puedan preparar esas bolsas.
Este año ha participado mi hija Carmen que con sus cuatro añitos le encanta ponerse su dorsal y ponerse con todos esos niños en la salida de meta, aunque tengo que reconocer que algo miedosa  que luego se bloquea y se asusta con el sonido de la salida pero al final arranca y corre a su paso y súper contenta llega a su  meta y ver la cara de felicidad que tiene cuando le cuelga su medalla y le dan un regalo no tiene precio ver esa carita de satisfacción y felicidad.
Pero sin duda alguna la mas importante para mí ha sido que después de 12 años celebrando el Cross Minero este año me propuse superarme a mí misma, y gracias a la motivación que me dio mi jefe Juan Ernesto Peña y a mi súper entrenadora personal Mar Yepes, empecé a prepararme para ver si aguantaba tantos kilómetros de monte de subidas y bajadas , normalmente en los entrenamientos cuando terminaba pensaba que no correría el día del Cross porque seguro que me caería o me desanimaba al ver el tiempo que hacía.
Pero al final decidí correr y disfrutar de la carrera y tengo que reconocer que pase muchísimo calor que al empezar pensé en que no la podía terminar pero al pasar el tercer kilómetro y empezar a encontrarme algo mejor y empezar adelantar a gente, eso para mí  fue un subidón de adrenalina,  además de  mi compañera Mar Yepes que se sacrifico al ir al paso conmigo me animo hasta el final, para mí fue un reto personal porque jamás pensé que podría correr una carrera y la verdad que me hacia muchísima ilusión hacer el Cross Minero ya que es el Cross de mi pueblo.
Así que disfrute tanto que mi reto para el año que viene es volver hacer la carrera pero intentar bajar más tiempo. Dar las gracias a toda la gente de mi pueblo que al pasar me animaban y eso me daba muchas energías para terminarla, sobre todo a mi jefe y a toda la gente que hace posible que se celebre  este Cross Minero.

Hasta el año que viene.

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