"Si se quiere, se sale".
Así nos lo cuenta Carlos, un ex-runner rehabilitado gracias al tesón, la constancia y al apoyo de otros compañeros que, como el, cayeron en las terribles garras de las carreras.
Ahora, ya limpio, nos recuerda Carlos la primera vez que llegó avergonzado a la asociación vestido de runner, con su mochila salomon y todo, pero con el firme propósito de dejar correr para siempre. "Hola, me llamo Carlos y soy runner".
Carlos había tocado fondo.
En sus peores años, Carlos salía a correr a todas horas. Llegó incluso a engañar a su mujer, diciéndole que salía por ahí a drogarse con sus amigos. Pero donde verdaderamente iba era al río, a reventarse a dar vueltas y mas vueltas. Terrible
Lo mas duro de todo es admitirlo. "No te das cuenta. Empiezas haciendo carreras populares, 10k y antes de que te quieras dar cuenta llevas ya las piernas completamente depiladas. Cuando eso ocurre, ya es demasiado tarde. Tienes un problema"
Lo que al principio eran salidas inocentes, se fueron convirtiendo poco a poco en maratones y ultras de montaña que acababan siempre con verdaderas orgías de alcohol y chistorra a cascoporro en la terraza de algún chiringuito de carretera. Como veis, toda tu vida se descontrola por completo.
Durante años Carlos se gastó todo lo que tenía en una adicción que le tenía completamente absorbido: "Te empiezas comprando unas zapas en el Decathlon. Luego le vas metiendo, que si la mochila, el chubasquero, el frontal,inscripciones... Total, que sin darte cuenta te estás estas gastando 5.000 euros en carreritas. ¿Te das cuenta de lo que te digo, tio? Te has gastado 5.000 pavos en correr como Forrest Gump....
Desde la asociación se hace un llamamiento desesperado. Si veis que un amigo aparentemente normal cambia su foto de perfil del facebook, y se pone esa en la que aparece vestido de runner; si lo veis hablando cosas extrañas, como de geles, desniveles, tracks o le oís decir aquello de que "mañana me levanto a las 6:30 y salgo a entrenar", es probable que vuestro amigo esté metido hasta el cuello.
Tendedle la mano. No le dejéis solo...
Recordad. Si se coge a tiempo, se puede.
Todo es querer salir.
Ánimo!
¡DEL DEPORTE TAMBIÉN SE SALE!
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